jueves, 7 de agosto de 2014

¿Cómo convivir con un perro Ciego o Sordo?

Me estoy orientando sobre diferentes cosas con las que podríamos toparnos, y entiendo que siempre debemos informarnos sobre cosas tan básicas. Tengo un Gato llamado Powder que es sordo de nacimiento y estos consejos que he leído en varias páginas han sido de mucha ayuda.

Consejos de convivencia con un perro ciego:

-Si se desorienta en casa (a veces le sucede a los cachorros), llévalo hasta su agua o su camita. Esto le sirve de punto de referencia.

-Enséñale cuanto antes a jugar con una pelota con cascabeles o con cualquier objeto sonoro.

-Enséñale también a jugar a perseguirte, siguiendo el ruido de tus pasos. Esto le dará seguridad cuando se encuentre en ambientes que no conoce.

-Las primeras salidas a la calle del perro ciego son difíciles: el perro percibe nuestra propia inseguridad. Háblale constantemente y programa una ruta fija, de manera que pueda ir trazando su propio mapa a base de olores.

-Déjale que se pare, que olfatee y escuche. La paciencia es un gran don, y tampoco hay tanta prisa…

-Déjale también que se pare en las esquinas (o párate tú) para que pueda poco a poco ir reconociendo los olores de las calles colindantes.

-Permite que olfatee y sea olfateado por otros perros. Es ciego, pero tiene derecho a tener amigos.

-Un perro con confianza en sí mismo reacciona bien ante los extraños. Deja que les huela las manos antes de tocarle o acariciarle.

-Recuerda: ahora tú eres el lazarillo. Guíale con cariño, y explícale las cosas, nombra los lugares a los que vas a ir…”  
  Consejos de convivencia con un perro sordo: 
Póngale una correa. La correa es, literalmente, el cabo salvavidas de un animal sordo. Nunca permita que un animal sordo ande suelto fuera de casa; llévelo siempre con correa. Recuerde que no puede oír el tráfico ni los sonidos de animales depredadores, y que corre serios riesgos.
Sea paciente. La vida con un animal sordo puede convertirse en un reto. Estos animales son más difíciles de entrenar y juegan menos con sus dueños que los que no sufren sordera. Es preciso ser amable y paciente con ellos. Con el tiempo, descubrirá que el esfuerzo ha valido la pena. Tenga en cuenta que el animal sordo desea llevar una vida normal tanto como usted, así que lo ayudará si lo entrena con afecto.

Enséñele idiomas. Su animal de compañía no puede oír sus órdenes, pero puede verlas. El lenguaje con las manos es una forma eficaz de comunicarse con un perro sordo. Incluso un gato sordo puede beneficiarse del aprendizaje de algunas señas con las manos.

Una orden importante y sencilla de enseñar es «Ven». Cuando el animal lo esté mirando, pídale que se acerque con varios movimientos amplios y rápidos de las manos, como haría con un amigo. Al mismo tiempo, acuclíllese y enséñele un premio con la mano libre (cualquier cosa que lo anime a aproximarse). Cuando haya obedecido, prémielo con muestras de afecto y, ocasionalmente, con una golosina. Recuerde que tendrá que hacer uso de toda su paciencia. Mientras algunos animales responderán en un par de días, otros necesitarán semanas o meses para aprender a interpretar las señales. Si desea más información sobre el lenguaje por señas, consulte al veterinario o a un entrenador de animales.

Guíelo por el olfato. Los gatos y los perros tienen un sentido del olfato muy desarrollado. En muchos casos, podrá llamarlos creando «olas» olfativas, es decir, agitando en el aire una golosina con sabor a pescado o un trozo de hígado seco. Cuando el animal perciba el olor, con toda seguridad correrá a su lado.

Tóquelo. Para atraer la atención de su animal de compañía cuando éste duerme o mira hacia otro lado, póngase a su lado y tóquelo con suavidad. Un animal sordo no reconoce los sonidos que indican la proximidad de una persona. Pero evite tocarlo con brusquedad, pues podría asustarlo.

Use instrumentos de percusión. Aun cuando su animal de compañía tenga dificultades para oír su voz, es probable que pueda distinguir los sonidos estridentes y agudos. Intente llamar su atención con un silbato o una campanilla. Sín embargo, es preciso comenzar con un volumen bajo para no asustar al animal con una súbita explosión de sonido. Si al principio no hace caso, eleve el sonido de manera gradual. Si incluso así no mueve las orejas, olvide este consejo y llame su atención con una palmada suave.

Échele una mano. Algunos animales parcialmente sordos son capaces de oír el batido de unas palmas. Al principio, bata las palmas con suavidad para no asustarlo. Si no obtiene respuesta, repita con más fuerza. Si aun así el animal no le hace ningún caso, no se ponga a aplaudir para llamar su atención. Después de unas cuantas palmadas descubrirá si puede oírlo.

Envíele buenas vibraciones. Si el animal está en el otro extremo de la habitación, llame su atención dando patadas en el suelo. Es muy probable que la vibración le induzca a mirar en su dirección.

Dígaselo con luces. Por la noche, una luz parpadeante puede servir para atraer la atención de un animal sordo. En cuanto levante la vista, comuníquele con señas lo que deseaba decirle. O acérquese y guíelo con suavidad hacia dónde quiere que vaya. Luego, prémielo con muestras de afecto o con una golosina. Con el tiempo, un perro sordo puede aprender que cuando usted enciende y apaga las luces del porche es hora de entrar en la casa.

Búsquele un compañero. Aunque un animal sordo sea incapaz de detectar la presencia de un extraño en la puerta, obtendrá alguna pista de lo que sucede si observa a su compañero. Si otro perro corre hacia la puerta y comienza a ladrar, es muy posible que el perro sordo lo imite. Del mismo modo, un gato sordo sabrá cuándo es la hora de comer o cuándo se aproxima una persona mirando a su compañero. De esta manera, se creará una relación estrecha y valiosísima entre ambos.

Manténgalo ínfima. Cuando se marche de casa o se vaya a otra habitación, dé una pequeña palmadita al animal sordo para que sepa adónde va. Piense que si se despierta o se vuelve y no lo ve, podría sentirse desconcertado y confundido.

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